Te acuestas en la cama. Cierras los ojos, recuerdas lo que te ha pasado en el día: la que considerabas tu amiga te ha abandonado, te declaraste al chico que te gusta y te rechazó, te llamaron fea, te llamaron gorda, se ríeron de ti, has vuelto a suspender, ya no te quedan más amigos, tus padres se han vuelto a pelear entre ellos, has salido a la calle y tus compañeros te empezaron a pegar..... Lloras. Te levantas. Te miras en el espejo de tu cuarto. Cierras la puerta con llave. Coges las tijeras del instituto. Lo vas a hacer una vez más. Te remangas. Sigues con las cicatrices de los días anteriores, aún así buscas hueco. Ya estás harta. Día tras día la misma historia.
Te levantas a la mañana siguiente. Otra vez pasa lo mismo. Ya te hartaste. Te encierras en tu cuarto. Enciendes el ordenador. Más odio por las redes sociales. Pones tu canción preferida. Te cambias la ropa. Ya te hartaste de toda la vida. Haces un vídeo contando tu historia. Acto seguido escribes una nota con el link del video. Se escuchá un ''PUM'' de tu cuarto. Tus padres vas corriendo. Lloran. Tu todavía tenías las lágrimas en tus ojos...........
